Bajo mi experiencia en Dirección de RRHH en diferentes tipos de empresas y sectores, la última en la digital Hawkers, considero importante reflexionar sobre el actual concepto de Employer Branding. Metidos en plena transformación digital en la cuarta revolución industrial, muchas compañías consideran que el mero hecho de embellecer sus ofertas de empleo, utilizar un portal de empleo más novedoso, o compartir esas ofertas en sus redes sociales, es demostración plausible de desarrollar una estrategia de Employer Branding.Nada más lejos de la realidad. Y el motivo no es otro, que desde los departamentos de Personas y desde la propia Dirección, es desde donde se debe pilotar y liderar esta estrategia. Bajo mi punto de vista, el Employer Branding comienza desde el 1.0 desarrollando una política de gestión del talento que favorezca la transformación de tus colaboradores en embajadores de marca. Porque, quien mejor que tu propio equipo sea el que abandere ese Branding que necesita cualquier organización. Para ello, nada más sencillo que la coherencia entre lo que predicamos hacia el exterior y practicamos hacia el interior.
Acciones como las referencias internas de los colaboradores están volviendo a ser premiadas entre compañías como Google, es decir, si un empleado recomienda a un candidato, y este finalmente es contratado, a cambio recibirá un incentivo por esa labor. Estas prácticas, bien empleadas, coadyuvan al aumento del engagement y al orgullo de sentir los colores de su equipo.
Para ello, antes de ponernos en marcha con una estrategia que pueda ser vista solo como maquillaje, sería muy interesante mirar hacia dentro y comenzar esta estrategia con nuestros propios equipos
Otras cuestiones simples, pero necesarias para auditar nuestro nivel de Employer Branding, son verificar la cantidad de candidaturas espontáneas que recibimos habitualmente, así como comprobar el feedback que en materia de reputación corporativa nos trasladan desde las RRSS.
Por ello, ánimo y abanderemos nuestra estrategia de Employer Branding desde el corazón de nuestras organizaciones, más allá de una mera superficialidad.